martes, 26 de agosto de 2014

PLAY ME

PLAY ME version 1 
AUTOR: H.Y. BARRIOS (hinayaoi)
PAREJA: 2MIN,
Personajes: MinHo, TaeMin, JongHyun, KiBum y la tipa sin nombre.
Bueno esto es para el concurso del TWOMIN PLANET, me inspire en la canción PLAY ME del álbum ACE de nuestro TAEMINNIE~, espero les guste y si esta algo corto lo siento, mi imaginación no dio para más.
Feliz Aniversario..!! <3

                                                                   ~*~*~*~

Lo ve pasar como todos los días a la misma hora, el mismo lugar y con la misma persona. El observarlo se ha convertido en una obsesión.
Admira de lejos al objeto de su amor, se toca el corazón, los latidos desbocados, la sensación de su corazón a punto de estallar, se lleva una mano al su pecho justo debajo de su rítmico corazón, presiona fuerte tratando de silenciar los latidos, en un vano intento de no dejar escapar su corazón.
Suspira frustrado, cuando una vez más lo ve pasar a su lado y se queda petrificado, intenta decir algo, pero al parecer su voz lo abandono otra vez, camina sin ánimos, con los hombros caídos y la mirada al piso.
Si solo pusiera un poquito más de atención y no se deprimiera, se daría cuenta de que esos ojos grandes que tanto le gustan le dedican una miradita discreta.
Si pusiera atención en las pequeñas cosas se daría cuenta de que también el joven alto le dedica más de su tiempo a contemplarlo que ha estar con esa mujer.
Pero Lee TaeMin pasa demasiado tiempo contemplando su propia depresión que esas pequeñas señales pasan de largo ante sus ojos.

                                                                   ~*~*~*~

Un día más y la misma rutina, el joven rubio se encuentra listo en la esquina de la calle, en donde todos los días su amor secreto pasa para dirigirse a la escuela.

Lo ve pasar y otra vez es incapaz de hablarle, se queda tieso en su lugar, baja la mirada, si tan solo tuviera un poquito más de valor y solo lo observara hasta el final sería capaz de ver esa sonrisa que solo es dedicada para él.

TaeMin lo sigue a una distancia prudente, después de todo no quiere hacer enfadar al capital del equipo de Judo de su escuela, ya que para suerte del pequeño rubio su amor es su compañero.

Justo cuando están por llegar a la escuela sin ningún indicio de la pesada chica que se autoproclama novia de Choi MinHo, esta aparece para terminar de joderle la mañana, la ve abalanzarse a los brazos del alto y como descaradamente restriega sus atributos en estos.
Le rompe el corazón ver que MinHo no hace nada para sacársela de encima y una vez más su corazón comienza a latir pero esta vez de tristeza y ansiedad.

Todas las diferentes melodías que puede llegar a componer su corazón son ocasionadas y dedicadas a una sola persona con apellido Choi y de nombre MinHo.

Gruñe para el solo cuando la chica sin pizca e vergüenza le deja un sonoro beso justo en la comisura de la boca del moreno. Ve como la chica se lo queda viendo y justo cuando sus ojos se encuentran por una fracción de segundos, ella ríe burlona y se pega aún más al cuerpo del mayor.

Sacude la cabeza alejando los malos pensamientos, esos pensamientos en donde desfigura la cara bonita de la mujer esa, pensamientos oscuros pero que en el fondo de verdad lo aria sentirse bien si de verdad tuviera el valor para hacerlo.

Se apresura y pasa de largo junto a la pareja melosa, detiene fuertemente su pecho, silenciando su corazón, pero este se niega a permanecer callado, cuando pasa justo a medio brazo del mayor late más a prisa, más fuerte, como si quisiera ser escuchado, TaeMin jura que así es, que todo el mundo puede ser capaz de oIr lo que dice:

Amo a Choi MinHo, amo a Choi MinHo~

 Al llegar a su salón deja salir el aire que hasta el momento no sabía que estaba conteniendo, respira tres veces tratando de tranquilizar  a su alocado corazón, tiene el aspecto de haber corrido una maratón, se ríe de sí mismo y de su patética y cobarde existencia.
Toma asiento en su lugar de siempre, junto a la ventana y justo atrás de  su amor secreto. Se pierde en la blancura de las nubes y el azul del cielo, tan concentrado estaba que cuando su mejor amigo le habla pega un pequeño brinco a causa del susto.

—Hoy estas más perdido que nunca— Le reprende su amigo divertido.
—No es gracioso KiBum— Le contesta sabiendo perfectamente que a su amigo le revienta que le digan de ese modo.
—Eish, Amargado— Contesta dibujando una botina sonrisa sobre los labios acorazonados.
—No me fastidies— Y la voz llena de frustración, hace que su amigo de verdad se preocupe.
—¿Qué paso esta vez? — Pregunta, casi en un susurro lo suficientemente fuerte para solo ellos dos puedan ser capaces de escuchar.
—Lo mismo de siempre Umma— Contesta mientras esconde su rostro entre sus brazos que están apoyados sobre su mesa.
—Minnie, te diría que lo olvides, que lo dejes ir, pero he visto que durante estos largos 2 años tu amor sigue igual de fuerte— Lo reconforta sabiendo todo lo que su pequeño amigo ha tenido que soportar.
—El ni siquiera sabe que existo— Y solo se deprime más.
—Pues para mí que sí, lo he cachado viéndote más de dos veces— Le informa tratando de subirle el ánimo.
—No mientas Umma— Le reprende el menor, pero su corazón ya estaba acelerado otra vez, los latidos fuertes e ilusionados.
—Ya, Tu, sabes que yo no miento—Frunce el ceño, porque a veces le saca de quicio ese TaeMin miedoso y ciego.
—No te enojes Umma, solo que él es tan perfecto de pies a cabezas, él es una obra maestra— Suspira todo emocionado al hablar de él.
—Jajaja, de verdad estas perdido— Le pica las mejillas sonrosadas, le resulta divertido ver como con la mera mención del alto, su amigo se pierde y sus ojitos brillan.
—Umma— Le reprende con un tierno pucherito, sabe que a su amigo le encanta cuando él es así de infantil y mimado.
—Aigo, mi bebe es tan hermoso— KiBum no se contiene, le aplasta y jala esas mejillas tan tiernas  y suaves.

Tan concentrados estaban en sus mimos, que no se dieron cuenta cuando el mayor entro al aula y su expresión no era para nada bonita.

Key sintió un aura oscura, y la mirada pesada justo en su nuca, un escalofrió le recorrió la espina dorsal y poco a poco se fue girando, para encontrarse con la mirada penetrante de unos ojos grandes y oscuros, Choi MinHo lo fulminaba con la mirada, KiBum estaba seguro de que si el alto pudiera matar con la mirada él estaría triplemente muerto.

Pero justo en ese momento Key lo entendió, descubrió el secreto de MinHo, el Capitán Choi estaba igual de perdido que su amigo. Y su cabeza rápidamente se formó una brillante idea para ayudar a ese par de tontos.

Dejo de apretar las mejillas del menor y comenzó a darle pequeñas y suaves caricias a la parte afectada, le deposito un suave beso en la mejilla más roja y sonrió ladino cuando se enfrentó a la mirada pesada del más alto.

—Toma esa Choi— Susurro para sí mismo, mientras veía al más alto gruñir silenciosamente.
—dijiste algo Umma— Le pregunto el rubio, la mirada y sonrisa que adornaba el rostro de su amigo lo inquietaba un poco.
—Nada TaeMinnie— Le contesto meloso siendo consiente que el alto los está escuchando perfectamente.
—¿Por qué eres tan hermoso bebe? — Le termina de decir mientras acaricia la tersa y blanca piel del rostro del menor.
—Key, no digas eso me da vergüenza— Pone ambas manos cubriendo el sonrojo de sus mejillas un acto de lo más adorable a los ojos de Key y de MinHo que no puede evitar ver de reojo al menor.
KiBum sonríe victorioso después de todo TaeMin le seguía el juego y si tenían suerte su amigo se daría cuenta de que Choi le ponía más atención de lo que él creía. Se ríe sonoramente cuando es capaz de escuchar los gruñidos y suspiros frustrados del más alto.
—Estas raros, ¿Qué sucede? — TaeMin se acerca para poder hablarle al oído a su amigo ya que la clase estaba comenzando.
—Nada solo estoy de buen humor— Responde, porque sabe lo terco, necio que es su hijo cuando se habla de Choi.

Se guarda su descubrimiento para él solo, prometiéndose a sí mismo que ayudaría a TaeMin para hacer caer a MinHo, después de todo él era el todo poderoso Key.

Las clases transcurren normales, ambos se secretean y conversan a través de notitas en sus cuadernos, como todos los días, uno sin darse cuenta que unos ojos grandes siempre lo vigilan y el otro enteramente consiente de la mirada furiosa y los celos reflejados en esos ojos grandes.

Al final del día TaeMin sigue deprimido, MinHo una vez más paso toda la hora del desayuno al lado de ella, camina de regreso a casa solo con la tristeza, la desilusión y el corazón roto, camina sin percatarse que el dueño de sus suspiros y latidos lo observa desde lejos, el rubio ya no se detiene en la esquina, no voltea solo camina, su corazón le pide a gritos que volteé pero su mente le dice que no hay nadie, si solo le hiciera caso a su corazón sería capaz de ver la ternura y el amor con que lo ven esos ojos grandes.

Pero TaeMin le hace caso a su mente, por miedo a sufrir más desilusión, porque teme que al darse la vuelta nadie este al otro lado, tonto, tonto y cobarde TaeMin, por sus miedos e inseguridades está perdiendo una gran oportunidad de saber que su corazón es bien correspondido.

El joven alto se detiene al ver esa conocida cabellera rubia, lo contempla alejarse cada vez más, ve como los hombros del menor están caídos, clara señal de que está deprimido, MinHo es quien mejor conoce a Lee TaeMin aunque nunca ha hablado más de un hola o un con permiso, pero él sabe cuándo el rubio esta triste, alegre, enojado, lo sabe porque lo ha observado, su mente es capaz de recrear el momento exacto en el que conoció a TaeMin, los recuerdos están tan nítidos y frescos que le cuesta creer que ya pasaron 2 años, suspira frustrado le duele el pecho no saber qué es lo que deprime día tras día a su amor, su corazón y mente se nublan a causa de los celos, y un solo nombre se repite una y otra vez KiBum se enoja con TaeMin por ser un ciego y no ser capaz de verlo a él.

Solo si MinHo dejara de ser un cobarde y no escondiera su verdadera naturaleza sobre esa fachada de hombre fuerte y heterosexual pero le da miedo que sus amigos lo dejen y que su familia le dé la espalda.

Ambos por estar metidos en sus miedos, cobardías, complejos e inseguridades se niegan la oportunidad de amar.

El tiempo sigue su curso y las miradas discretas siguen presentes, el menor aun lo observa desde lejos y el alto le dedica cada vez más de sus pensamientos.
Siguen enfrascados en sus propios miedos incapaces de ver más allá de sus temores infundados, pero una persona está cansada de ver siempre la misma cara deprimida, la misma actitud cobarde y los mismos ojos grandes vigilándole, se cansa y solo una cosa pasa por su mente.

—Es hora de tomar esta mediocre relación en mis santísimas manos— Ríe macabramente, ante el desfile de ideas que pasa por su mente.
—Necesitare ayuda— Se muerde las uñas pensando en la persona indicada para tan peligrosa y delicada misión.
—JongHyun— Al fin su cerebro se activa, y el nombre del mejor amigo de Choi aparece en su mente, quien mejor para esto que el inseparable de MinHo.
—Key, Key ¿Por qué eres tan brillante? —Se pregunta, alabándose a sí mismo.
—Manos a la obra— Se talla las manos, sonríe y se encamina al lugar en donde sabe que encontrara al otro cupido.

No tarda mucho en llegar, y se delita los ojos un poco después de todo esta misión sería más entretenida de lo que pensó, se relame los labios y se muerde tratando de contener un gemido que casi se le escapa al ver en esa fachas a JongHyun, sudado, sin camiseta mostrando todo esos músculos bien trabajados.
Sacude la cabeza deshaciendo esos pensamientos pecaminosos antes de que su cuerpo lo traicione y revele lo mucho que disfruta del espectáculo.

—JongHyun—Le llama, no puede evitar el tono coqueto en el que lo llama.
—¿Tu eres? — Siente la mirada chocolate escanearlo de pies a cabezas, sonríe coqueto, cuando esos ojos de cachorro se posan en sus labios.
—Kim KiBum, pero tú puedes decirme Key— Responde a la pregunta del mayor, con el mismo tono coqueto.
—Key, entonces— Se ríe el bajito, claro que sabía quién era KiBum, su amigo lo odia y el bueno a él le encantaban esas piernas.
—A que debo tu visita— Pregunta con el mismo tono que ha estado usando Key.
—Tengo un negocio para ti— Le susurra al oído, disfrutando del temblor que le provoco al otro.
—Y de que se trata— le contesta a escasos centrípetos de su rostro, siendo capaz de sentir la aceleración que se produjo en la respiración de Key.
—B-bueno tú conoces a Choi más que nadie ¿cierto? — Pregunta bebiéndose la respiración de JongHyun.
—¿MinHo, quieres algo con él? — Y ahí va al drenaje todo su interés por Key, al darse cuenta de que este está interesado en su amigo.
—Mmm, algo así, en realidad te quiero a ti— Lo mira directamente a los ojos, perdiéndose un momento en ese inmenso chocolate.
—¿Me quieres a mí?— Contesta justo sobre sus labios, rozándose, pero se detiene para poder escuchar la respuesta de esos labios sensuales.
—S-sí, Y-yo quiero que me ayudes con MinHo—Le cuesta tanto poder decir la frase completa, la calidez de esos labios lo perturba.
—MinHo está interesado en alguien más— Le responde frio, alejándose más de lo necesario, su cuerpo se tensa, es la primera vez que JongHyun siente deseos de golpear a su amigo.
—Oh, No, no, ya sé que está interesado en mi TaeMinnie— Dice rápido, la desilusión se ve en sus ojos, al ver que el mayor malinterpreto sus palabras, pero por intentar arreglar algo, lo termino empeorando con sus palabras.
—Mmm, si bueno le diré que ya no se fije tanto en tu novio— Casi escupe las palabras, no entiende si bien Key es bonito y sexy no es para tanto.
—TaeMin y yo solo tenemos una relación de amistad—Aclara rápidamente, caminado unos pasos para estar más cerca del mayor.
—Entonces no entiendo ¿Qué es lo que quieres? —Le cuestiona, antes de que cabeza malinterpreta sus palabras.
—Quiero que mi bebe sea feliz— Responde serio.
—Eso que tiene que ver conmigo— Sin querer otra vez está molesto con KiBum.
—Él quiere al ojón de tu amigo— Dice serio, pero con la mirada suplicante.
—Así que Minho es ¿correspondido? — Pregunta extrañado
—Exacto, el problema aquí es que los dos son tan brutos que no se dan cuenta—Ríe al darse cuenta que la situación es un poco cómica.
—Y es más divertido aun, MinHo cree que sales con TaeMin— Ríe también al darse cuenta de que si efectivamente la situación es de lo más cómica, bueno al menos para ellos.
—Lo supuse, pero ya tengo un plan para que esos dos estén juntos y para eso necesito de ti— Le dice acercándose más, rozando sus cuerpos.
—Tienes toda mi ayuda—Contesta el otro depositando un suave beso en eso labios acorazonados.
—Perfecto—Responde pegando aún más sus cuerpos y rozando eso labios tan suaves.
—¿Cuál es el plan? —Pregunta Intrigado JongHyun.
—Simple, estas vacaciones transformare a TaeMin y tú te encargaras de sacar a esa tipeja de esta ecuación—
—Me parece perfecto, ella jamás me ha caído bien y a Min menos, en realidad ellos no salen—Confeso JongHyun.
—Lo sabía, soy tan inteligente— Se olvidó que estaba en presencia de alguien más y solo brinco como niña al darse cuenta de que todas sus suposiciones estaban en lo correcto.
—Es bueno que te alegres, es gracioso ver cómo te alabas a ti mismo, toda una diva— le sonríe y se ríe a carcajadas al ver la expresión de falso enojo en Key.
—No soy Diva— Se queja inflando sus mejillas y frunciendo el ceño, una imagen adorable a los ojos de JongHyun, que sin darse cuenta ya estaba cayendo por KiBum.
—Eres totalmente adorable— No se contiene y le aplasta las mejillas sonrojadas.

KiBum se pierde en ese acto, sentir las manos fuertes de JongHyun y sentir la respiración tan cerca a su cara lo pone nervioso, pero un sentimiento nuevo y cálido nace desde su interior se asusta porque no quiere estar pedido como TaeMin, pero ya era demasiado tarde.
Se despiden a regañadientes no sin antes intercambiar números telefónicos, todo por el bien de sus amigos y bueno también porque ambos quieren saber un poquito más del otro.

                                                                   ~*~*~*~

Los días siguientes KiBum se la pasa pegado a su celular, mensaje tras mensaje deja escapar sonrisas bobas y TaeMin, se pregunta si KiBum está saliendo con alguien, se alegra por su amigo pero a partes iguales crece en él un sentimiento de envidia, porque el amor de su amigo es correspondido y el, bueno a él le basta con solo mirarle.

—¿TaeMin que ras este verano? — Le cuestiona su amigo, mientras guarda su celular.
—Nada, ver televisión, no se ¿jugar? — No sabe que responder porque realmente no sabe qué va a hacer, seguramente deprimirse más.
—Yo tengo una idea mejor, este verano tomaras clases conmigo— Responde seguro y brindándole una sonrisa a su bebe
—¿Clases, Umma? — Le pregunta intrigado.
—Sí, Tu mi pequeño aprenderás a como seducir a un hombre— Le susurra, enviando un escalofrió a todo el cuerpo del menor.
—¡Umma! — Le reprende todo sonrojado y un millón de imágenes explotan en su mente, imágenes nada decorosas en donde él y MinHo eran los protagonistas.
—TaeMinnie, pervertido, ¿qué estás pensando para estar así?— Le pregunta burlón mientras señala el problema que tiene entre los pantalones.
—Y-yo— No es capaz de decir nada, porque justo en ese momento unos ojos grandes se encuentran con los suyo y siente el rostro caliente, y los pantalones más apretados que nunca.
—U-umma— Casi lloro, sus ojos acuosos y el pucherito en la boca lo hacía ver de verdad adorable, todos sus compañeros se voltearon al escuchar el característico hipido de TaeMin cuando estaba nervioso.

KiBum actuó rápido no pondría en vergüenza a su bebe, se abalanzo sobre el para cubrirlo, a los ojos de los demás solo estaba tranquilizando al menor, pero para los ojos de MinHo, era distinto, odiaba cuando KiBum tomaba ventaja del menor y justo cuando por fin sus ojos se encontraron.

Después de la bochornosa situación, todo paso tranquilo unos días más y estarían libres de la escuela, para unos era la mejor noticia, no más tarea, no más clases aburridas y por fin un poco de tiempo para salir y divertirse, claro que para un pequeño rubio eso no era así, la escuela era la única forma de ver a MinHo, siempre odiaba las vacaciones y más las de verano, un mes sin ver a MinHo siempre lograba deprimirlo un poquito más.
Solo que este verano todo sería distinto, después de todo tenia a dos cupidos que se encargarían de cambiar las cosas.

                                                                   ~*~*~*~

Por fin de vacaciones, Key la primera semana de vacaciones se dedicó a salir con JongHyun, por el bien de sus amigos claro está, fue a buscar ropa y accesorios para TaeMin y JongHyun lo acompañaba para dar su punto de vista y bueno para saber qué cosas le gustaban al alto.

Mientras Key y JongHyun se divertían, TaeMin es un día más en su depresión, las vacaciones acababan de comenzar y el extrañaba a horrores a MinHo. Se encerraba por horas en su habitación, durmiendo o solo sumergido en su cama pensando en las muchas cosas que estaría haciendo su amor, y uno que otro pensamiento más deprimente se pasaba por su mente, al ver al alto besándose o susurrando palabras al oído de esa odiosa chica.

Tan deprimido estaba que aduras penas comía lo necesario para sobrevivir, no salía de casa, ni siquiera se asomaba por la ventana, si tan solo lo hubiera hecho se llevaría la sorpresa más maravillosa del mundo, porque mientras él se deprimía encerrado en sus temores, MinHo todos los días pasaba por su calle y se quedaba parado por horas tratando de ver al rubio, pero ni una sola vez fue capaz de ver esa cabellera que tanto extrañaba ni esos ojos que lo consumían, ni esa sonrisa que le iluminaba el día ni tampoco esa voz que lo hechizaba.

Toda una semana sin señales del menor y en su mente se recreaban escenas de TaeMin y Kibum abrazados, riendo y tomados de las manos, mientras el esperaba afuera de su casa.

—Maldito KiBum— Pensó más de una vez.

Al final de la semana se rindió, que caso tenia después de todo el menor estaba en los brazos de KiBum muy lejos de él, pero si hubiera sido más perseverante y hubiera ido solo otro día mas, su espera seria recompensada y podría ver a su amor.

El lunes de la siguiente semana Lee TaeMin salio de casa para ir con kiBum, no porque el realmente quisiera si no por las amenazas mortales que recibió de su queridísima Umma.
Pero ninguno de los dos se pudo ver, tal vez así lo quería el destino o por simple capricho del mismo, después de todo él tenía sus maneras de hacer las cosas y tarde o temprano ambos se tendrían que ver.

Ese lunes TaeMin conoció lo que era ir de compras con Kim KiBum, se cansó a horrores, sus pies apenas y podían soportar su peso al final del día, llego arrastrándose hasta la sala de su casa, y cuando se dio cuenta toda su sala estaba inundada de bolsas y más bolsas de diferentes tiendas, marcas y cosas.

KiBum había insistido en renovar su guardarropa, al parecer KiBum estaba empeñado en tirar sus hermosos pantalones holgados y sus cómodas playeras.

Le obligo, porque hay que recalcar que lo obligo, a comprar pantalones pegados de todas las marcas que Key creía eran buenas, más de una vez se probó pantalones que a su parecer eran de mujer pero Key lo convenció al final de probárselos y lo peor de todo comprarlos.
En fin todo su guardarropa se renovó y al final del día no quería hacer nada más que dormir.
Martes se levantó hasta muy tarde, desayuno solo porque su madre se lo pidió y una vez más se encamino a la casa de su amigo.

—Bien hoy empezaremos con tus clases— Le decía un KiBum disfrazado de maestro, con todo y lentes incluido.
—No entiendo Umma ¿qué me vas a enseñar? — Pregunto curioso pero temeroso al mismo tiempo, su Umma muchas veces era extremista.
—Te enseñare el Arte de seducir mi querido TaeMinnie— le contesto divertido.
—Esto no es gracioso Umma— No lo era al menos para TaeMin.
—Ya verás que todo dara resultado y para cuando regresemos, Choi estará babeando por ti aún más— Lo último lo dijo bajito, si se lo decía ahora TaeMin jamás le creería y seguramente se iría de su casa.
—Umma a veces me pregunto qué tienes en la cabeza— Comento divertido, mientras sacaba una libre y un lápiz y adoptaba una postura de estudiante.
—tengo ideas muy buenas ideas— Le reprendió con falso enojo al final termino riendo ante la actitud del pequeño.
Estaban por comenzar la lección cuando fueron interrumpidos por una persona que logro hacer los ojos de KiBum brillar.
—Bien al parecer todavía no empiezan— Comento al entrar.
—¿JongHyun que haces aquí? — Pregunto curioso Key, la misión de JongHyun era separa a MinHo de la sandijuela que siempre estaba pegada a él.
—Pues ya termine mi misión— Le contesto tranquilo, mientras se sentaba con toda la confianza del mundo en el otro sillón
—¿Misión? — Intrigado cuestiono el menor.
—Si veras tenía que sacar a una garrapata que estaba pegada a un amigo—Contesto JongHyun con una sonrisa sincera en los labios
—¿Qué amigo? —Pregunto curioso como el solo.
—TaeMin, concéntrate— Le reprendió KiBum, no era momento de que TaeMin supiera de quien era realmente JongHyun.
—Bien, estas raro Umma— Contesto alzando los hombros en señal de rendición.
—Eres divertido Tae, ya veo por qué le gus..— Y no termino de hablar porque se congelo en su lugar la típica mirada mortal de Key lo atravesó.
—Jong si no vas a ayudar retírate por favor— Le pidió amable y sereno, y por esa misma razón el mayor de los tres tembló ligeramente.
—Nos vemos más tarde Bummie— Se despidió de Key con un beso en la mejilla y le guiño el ojo al pequeño e impactado TaeMin.
—Umma que bien escondidito te lo tenías— Le codeaba mientras se reía a carcajadas al ver la expresión de su Umma.
—Ya!!, Lee TaeMin—Grito frustrado.
—Umh, Umma ¿son novios? —Pregunto divertido, pasándose por alto la advertencia plasmada en la mirada de su mayor.
—Aun no— reconoció.
—Pero él quiere, tú quieres, ¿Qué esperas? — Le pregunto can la intriga bailando en su voz.
—A que tú lo hagas también— Contesto seguro.
—KiBum, no lo digas— Le mira directo, seguro de si mismo una actitud que no estaba presente en TaeMin desde que conoció a MinHo.
—Pero bebe, esta es tu oportunidad de conquistar a tu ranita— Le dice acercándose al menor y posando una mano en su hombro en señal de apoyo.
—¿Ranita?, umma tú y tus ocurrencias— Le contesta divertido el rubio.
—Es que sus ojos son tan grandes como una— Se defiende rápidamente, y le llamo de esa manera porque si decía sapo su pequeño amigo quizá se enojara con él.
—Bien es verdad y es tan adorable como una, me gustan las ranas— Dice con la sonrisa boba ya instalada en la boca.
—Vez y entonces ¿lo intentaras? — Pregunta KiBum sonriendo animándolo de esa manera.
—Está bien, enséñame Umma— Contesta divertido, pero con una seguridad que el mismo creía perdida.

Así pasaron los días, con las diferentes clases de KiBum, desde como maquillarse, como combinar adecuadamente la ropa, hasta la manera correcta de caminar y verse sexy, sonreír de manera coqueta, morderse y pasar la lengua por los labios de manera sensual, como susurrar al oído con voz sexy, y una clasecita rápida de como “parar” el corazón con un baile sexy, al final del mes, Lee TaeMin era una persona diferente.

Y todo mejoro cuando JongHyun sin querer dijo que MinHo estaba libre por fin y que la garrapata no estaría más en su camino, y que MinHo jamás estuvo interesado en ella,  en ese momento TaeMin no le dio importancia al porque JongHyun conocía esa información.
MinHo por otro lado en esas vacaciones concentro sus energías en el gimnasio y en practicar las nuevas técnicas de Judo para el campeonato nacional, aunque muy en el fondo estaba triste por no ser capaz de ver a su pequeño rubio.

JongHyun de imprudente y sin saber mantener la boca cerrada, le comento que salía con KiBum  y que TaeMin estaba interesado en otra persona. Eso solo logro deprimirlo más, y logro lo que nunca debió haber pasado, MinHo por fin decidió rendirse y dejar de lado su amor no correspondido por TaeMin.

Uno con una apariencia nueva, con la confianza y seguridad restaurada, decidido a todo por su amor y el otro abatido, y decidido a dejar de sufrir por un amor no correspondido.

El lunes cuando una vez más tendrían que ir a la escuela, Lee TaeMin se levantó temprano, se metió a bañar, se vistió con la ropa que desde un día antes había elegido con la ayuda de su Umma, maquillo sus ojos y puso brillo sobre sus labios, se vio al espejo y se sorprendió con la persona que le regresaba la mirada.

No había rastros del TaeMin deprimido e inseguro, delante de él estaba un joven de cabello rubio hasta la nuca, ojos delineados resaltando el color azul de sus ojos, los labios brillosos, apetecible, en la espera de un beso, la cintura más delgada, las piernas largas y enfundadas en ese pantalón negro de piel, la player con estampado y con la espada descubierta, el trasero respingado y bien apretado gracias al pantalón y a los ensayos de las rutinas de baile, pero lo que lo sorprendió mas y logro sacarle una sincera sonrisa, fue su mirada segura y confiada.

Choi MinHo no sabría ni que lo golpeo de eso estaba seguro, con una actitud renovada, salió de casa dispuesto a conquistar a su amor.

Choi MinHo salió de casa como todos los días a la misma hora, dio la vuelta completa al parque y regreso a casa, se ducho y arreglo para ir a la escuela de solo saber que lo volvería a ver, su traicionero corazón comenzó a latir como loco, pero su mente le reprendía una y otra vez, sin poder evitarlo escuchaba la vos de JongHyun diciendo que Lee TaeMin estaba interesado en alguien más.

Sacudió la cabeza y se golpeó las mejillas para concentrarse después de todo aun la tenía a ella, no le gustaba mucho a decir verdad, es más muchas veces intento desasirse de la chica, pero su padre siempre se lo impedía, asuntos de negocios, al menos no estaría solo.

Con esos pensamientos salió de su casa y se dirigió a la escuela, esta vez paso de largo en la esquina en donde siempre veía de reojo al menor, le costó toda la fuerza de voluntad con la que contaba para no voltear a verlo, solo paso de largo, pero aun así el aroma a verano y ese toque de jazmines lo persiguió hasta llegar a la escuela.

TaeMin lo vio pasar y se percató de algo, MinHo siempre parecía disminuir su paso cuando pasaba junto a él bueno eso era antes, porque esta vez se pasó de largo con el mismo ritmo que llevaba, se sorprendió de que no se había dado cuenta antes.

Lo siguió como siempre a una distancia prudente y se alegró de que la chica no se apareciera por el momento.

Siguió caminado y cuando por fin se adentró en la escuela todos los ojos se posaron en él, se sintió avergonzado pero también se llenó de más confianza, definitivamente ahora si no pasaba desapercibido.

Espero a que MinHo se sentara y pusiera la vista al frente, entonces el entro moviendo las caderas como le enseño KiBum, cuando paso cerca de él le dedico una mirada coqueta y respingo más su trasero, estaba a punto de lamerse los labios cuando MinHo dirigió su mirada a la chica esa.

No solo él fue el sorprendido KiBum también lo estaba, no creía que MinHo fuera capaz de apartar la vista de TaeMin, después de todo el alto estaba interesado también en su amigo, ¿verdad?.

No lo pensó dos veces y le mando un mensaje a su espía.

Pero al parecer JongHyun tampoco sabía por qué MinHo estaba actuando de esa manera.
Para TaeMin fue un golpe fuerte, pero ya estaba decidido a conquistar a MinHo y no se daría por vencido.

Ese día intento de todo para que el alto se dignara en verlo, pero nada funciono, paso más de diez veces frente a él y el alto desviaba la mirada hacia la odiosa chica, que lo veía con una sonrisa burlona.

El siguiente día no fue diferente ni los otros quince que le siguieron, nada funcionaba, se había puesto los pantalones más atrevidos que tenía, las playeras más reveladoras, el maquillaje más agresivo, y nada, se movía más sensual que se le estaba haciendo costumbre, su voz se volvía coqueta cundo veía que el alto pasaría cerca, respingaba más el trasero y nada, es más un día por ideas de Key hicieron un pequeño espectáculo, mostrando las dotes dancísticas de ambos, aunque KiBum dejo que TaeMin se luciera, pero al parecer MinHo solo tenía ojos para la odiosa esa, que se burlaba cada vez que veía fracasar al menor.

Con los ánimos por los suelos y la depresión a un paso de tomar posesión de su cuerpo una vez más, Key ya había mandado a su contacto para que investigara que carajas pasaba con la rana estúpida que no veía los esfuerzos y las señales que le enviaba su hijo.

La respuesta llego el sábado por la tarde, logrando que JongHyun recibiera la fría mirada de Key y los maltratos del mismo.

—MinHo cree que TaeMin está interesado en alguien más— Le contó a KiBum.
—Y porque mierdas puede pensar eso—La voz de KiBum se transformó por el enojo y la frustración.
—L-Lo siento yo sin querer le dije que TaeMin estaba interesado en alguien más—Confeso a su Novio, lo que había provocado que MinHo no volteara a ver a TaeMin ni por error.
—Pero aun así ¿Qué no ve todo lo que mi Tae esta haciendo?—Cuestiono intrigado y jaloneando a su novio para que le diera la respuesta.
—Min, cree que Tae esta interesado en el chico que se a cerco a saludarlo después de su baile— le contesto, tratando de que Key dejara de sacudirlo de esa manera tan brusca.
—Esa rana estúpida, y tú, por tu causa mi bebe está a punto del colapso— Le recrimino, golpeándolo por todas partes sacando su frustración.
—Ya!, lo siento no fue mi intención— Se disculpó cabizbajo, le dolió mas las palabras que los golpes de KiBum.
—¿Qué aras para remediarlo? — Le cuestiona, con los ojos acuosos y la voz baja.
—Are lo que sea, solo Bummie no llores— Le reconforta, abrazándolo  y susurrando palabras sin sentido para animar a su novio.
—Perfecto— Se separa de los fuertes brazos de su novio, y le sonríe tiernamente.
—Kim KiBum no me asustes de esa manera— Le recrimina el mayor, pero suspira aliviado al ver que las lágrimas solo era parte de la actuación de su menor.
—Eso te pasa por no mantener la boca cerrada Jonggie—Le abraza cariñoso mientras él llama de esa manera melosa.
—Bien ¿dime que idea maquiavélica a tramado esa cabecita tuya?—Susurra la pregunta logrando estremecer el cuerpo que tiene en los brazos.
—Lunes, tu y yo aremos que ese par tengan por fin una verdadera oportunidad— Sentencia seguro, besando los labios de su novio para evitar que proteste y pregunte más, ya había solucionado el problema de su bebe, ahora era momento de pasar tiempo de calidad con su novio.

TaeMin aunque estaba cabizbajo no se dejó vencer por la depresión, ya había hecho de todo pero aun así lo intentaría una vez más la siguiente semana si no funcionaba se daría por vencido y buscaría la felicidad en otro lado.

Para MinHo esas días fueron el verdadero infierno, alejar la vista de ese cuerpo, esa piel tersa y palida, más de una vez tuvo que ir a despeja la mente al baño, al ver ese contoneo de caderas y el trasero del menor ser abrazado por esos pantalones que parecían una segunda piel, y casi pierda la cabeza y todo la sangre al ver ese baile tan sensual que protagonizo el menor en la escuela, ver la rotación sensual de esas caderas, la forma en la que movía el trasero y después esos movimientos en el piso que lo hicieron pensar cosas obscenas en donde él y el menor eran los protagonistas y después cuando estaba a punto de ir por el menor, ese imbécil se a cerco comiéndoselo con la mirada y TaeMin le sonríe coqueto, fue cuando se dio cuenta, todo lo que el menor estaba haciendo era por ese tipo.

Desquito sus ganas en el baño, y después golpeo fuertemente el espejo hasta hacerlo añicos sin importar el dolor y la sangre de su mano, se sentía herido, traicionado y emputadicimo en niveles que lo hacían ver rojo y si no salía de ahí, muy seguramente terminaría matando a alguien.

Para ambos esos días fueron un infierno, uno por el constante rechazo y el otro por ideas imaginas, y una vez más no fueron capaz de verse.

Cruel destino, y ambos habían llegado a una misma solución, si no se daba la oportunidad buscarían la felicidad en otro lado. Absurdo que hasta en las decisiones estuvieran tan bien sincronizados, cruel destino, los dejar por fin verse.

Lunes por la mañana, TaeMin llego con sus más recientes pantalones, cortesía del todo poderoso Key, Pantalones negros  rasgados por delante y por detrás solo cubriendo lo necesario, unas botas tipo militar, la ramera de mallas negras y una chamarra negra para a complementar su look, el delineador negro no podía faltar y esta vez puso un poco de sombras oscuras en sus parpados, los labios brillosos.

Esta vez no hubo ojos que no se posaran en él, más de un piropo caliente se dejó escuchar, camino seguro hasta su salón y su corazón casi dejo de latir cuando al entrar la imagen de la tipa sentada sobre el regazo de MinHo y besando descaradamente su cuello lo recibió, sus ojos brillaban conteniendo las malditas lagrimas que querían salir, KiBum llego a su rescate y lo guio silenciosamente hasta su lugar.

MinHo se paralizo al ver la mirada herida y rota de TaeMin y una pequeña luz de esperanza nació en su corazón.  Tal vez solo tal vez TaeMin gustaba de él.
Estaba a punto de levantarse y enfrentar al menor, pero justo en ese momento el maestro entro, toda la clase estuvo pensando en esos ojos, en las actitudes de TaeMin en esos días, la manera en que lo veía y la iluminación llego a su cerebro, cuando entendió que TaeMin en definitiva gustaba de él. Sonríe como idiota y no dejaba de ver al menor, pero este ya no lo veía.

La sonrisa adorno su rostro en todo momento, hasta que llegó la hora de la salida, TaeMin ya estaba en estado de depresión extrema, arrastrando los pies se dirigió a la salida, estaba a punto de abandonar el lugar, cuando KiBum lo jalo.

—TaeMinnie, deja esa actitud, ¿no viste como Choi te come con la mirada?— Le pregunto, pero ya TaeMin no lo escuchaba, estaba perdido en su mundo oscuro y sin esperanza.
—TaeMin, más vale que vengas a hora a rescatar a MinHo, esa tipa se lo llevo— Le grito JongHyun, desesperado.
—A Él le gusta, ella— dijo en un susurro lo suficientemente alto como para que los otros dos lo escucharan.
—¿De qué hablas TaeMin?, durante estos 2 años MinHo solo tiene ojos para ti— Confeso JongHyun y aunque Key lo fulmino con la mirada, el mayor creía que era lo mejor para el pequeño.
—¡Ni una sola vez me vio, siempre estaba con ella! — Grito desesperado, dolido, pero después de decir eso se sintió más tranquilo.
—Ella es la hija de unos socios de su padre es por esa razón que él no podía deshacerse de ella— Termino de contarle toda la historia, si no hacía algo ahora tarde o temprano se lamentaría por no hacer todo lo posible por la felicidad de su amigo.
—Pero aun así nunca me vio— Ya su voz salía más tranquila y con resignación impresa en ella.
—¿No te vio?, tu no lo veías—Contesto, casi a punto de gritarle, el niño era más necio y terco que una mula.
—¡Yo lo veía todos los días!, pero él nunca me vio— Empezó gritando y termino con un hilo de voz, necesitaba desahogarse antes de que terminara totalmente roto por dentro.
—¡No te diste cuenta, él siempre se preguntaba porque todos los días parecías deprimido, llego a odiar a Key al pensar que él era la causa!— Esta vez si no se contuvo y termino gritándole todo al menor.
—¡No es verdad, deja de atormentarme, ya me rendí!— Le contesto  o más bien le grito y unas traviesas lagrimas se escaparon de sus ojos.
—TaeMinnie, es verdad MinHo te veía, más de una vez lo encontré viéndote a escondidas y el me veía de muy mala manera cuando nosotros estábamos muy juntos— Su Umma lo abrazo mientras le decía todas la veces que cacho a los ojos de rana verlo a escondidas.
Logro sacarle una sincera sonrisa al menor y ya más calmado dejo que JongHyun dijera lo que al principio intentaba decir.
—TaeMin es ahora o nunca, ella se lo llevo, para una cena con su familia, si logra formalizar lo perdiste, ¿entiendes? — Dice calmado y suavemente para que el menor sea capaz de procesar la información.
—Pero si me dicen que al le gusto aunque sea un poquito, porque se iría con esa— se cuestiona y le cuestiona.
—¡Porque MinHo cree que no lo ves!— Le gritan los dos al mismo tiempo, logrando que TaeMin reaccione.
Sale corriendo en busca de su amor, demasiado tiempo perdido en frustraciones y miedos.
—Esa garrapata no me lo va a quitar— Les dijo a sus amigos antes de definitivamente desaparecer del lugar.

Corrió todo lo que sus piernas le permitieron, bendita la hora en la que termino arrastrado hasta el último edificio de la escuela, lo vio y la muy maldita estaba a punto de subir a su Hyung al auto, se detuvo, respiro fuertemente y grito lo más fuerte que su voz se lo permitió.

—¡MinHo! — Le dolió la cabeza y la garganta por el esfuerzo, pero al ver como el moreno se detenía y lo buscaba con la mirada se sintió contento y satisfecho.

Cuando MinHo escucho la voz de TaeMin, porque muchas veces soñó con el día en el que el menor lo llamara, y conocía tan bien la voz de su niño que se paró en seco lo busco con la mirada y cuando lo encontró, se soltó del agarre de la chica y estaba a punto de ir a su encuentro, pero al parecer ella no se lo dejaría tan fácil.

—Das un paso Choi MinHo y tu familia estará en la ruina— Le advirtió, apretando los dientes apenas conteniendo el enojo.
—Has lo que quieras— Se soltó del férreo agarre que tenía la chica sobre él, vio pequeñas gotas de sangre sobre su muñeca pero no le importo y emprendió la corre, para encontrarse con TaeMin.

Se encontraron a mitad del camino, destino cruel aun no les permite verse ni tocarse, respiran agitados con las manos sobre las rodillas y la vista al piso.

Pero por más cruel y despiadado que sea el destino siempre encuentra sus maneras de hacer su trabaja y juntar los corazones unidos.

Lentamente se levantan con los ojos cerrados cuando por fin sus respiraciones son más acompasadas, abren los ojos despacio, casi con temor, con ese miedo de que al abrirlo nadie estar al frente, pero esta vez cuando los abren se encuentran con un azul hermoso y un chocolate líquido.

Se ven por largos minutos y TaeMin se olvida de toda el arte de seducir a un hombre y Choi olvida que había prometido olvidarse del menor, se pierde en ese azul cristalino, suspira y la sonrisa boba regresa a su labios.

—¿Te gusta jugar con mis latidos verdad? — Le Cuestiona Taemin, con la sonrisa igual de boba que el mayor.
—Y-Yo— Pero realmente no sabe que decir, esta tan emocionado porque su amor es correspondido.
TaeMin se siente de la misma manera, pero el necesita decir todo lo que trae dentro, necesita confesar todo los sentimientos que han estado escondidos en su corazón durante los últimos dos años.
—Las palabras tienen un límite, no puedo expresarte con cualquier palabra, me emociono con solo mirarte, mi obsesión ha sido observarte y por tu causa es posible que me convierta en un ladrón, porque quiero robar la obra maestra que eres tu— Con cada palabra se acerca más y más a MinHo.
MinHo solo se queda quieto, procesando las palabras del menor, y cuando una a una le llega su corazón comienza la carrera una vez más, pero esta vez no tiene intención de pararlo.
—Juegas con los latidos de mi corazón— Le termina de confesar, estando a una distancia casi nula, rosando sus cuerpos.
—Juegas con mi amor— Termina de decir esta vez sobre los labios del mayor.
—Tu También juegas con los latidos de mi corazón— Le contesta el alto, tomando con delicadeza una de sus manos y posándola directamente sobre su acelerado corazón.
—Oh, Tu melodía es para mí, y mi canción es para ti— Le susurra aun sobre los labios y el también posando la mano grande y fuerte del alto sobre su corazón.
—Yo no juego con tu amor— Contesta tomando los labios del menor entre los suyos, con la otra mano lo toma de las caderas pegándolo completamente a su cuerpo, disfrutando de su calor.

Se besan lento, transmitiendo todos sus sentimientos en ese beso, TaeMin lleva sus brazos a los hombres y cuello del mayor y este enrolla sus brazos en esa cintura estrecha despegándolo unos centímetros del suelo para poder disfrutarlo mejor.

El beso poco a poco se transforma de uno dulce y tierno en uno necesitado y hambriento, la lengua del mayor delinea suavemente el labio inferior pidiendo permiso para poder explorar su cavidad, el menor no se resiste y abre la boca, dejando escapar un gemido que es bebido por el mayor cuando al fin sus lenguas se conocen, comienzan una guerra para ver quien tiene el control, TaeMin rápidamente se deja ganar, realmente le resulta placentero dejarse querer.
Estaban en su propio mundo, perdidos en las sensaciones, en el calor del otro, que no se dieron cuenta cuando una enfurecida chica llego al lugar.

—¡Solo esto me faltaba, Choi, que me salieras puto!— Le grita, y lo jala, logrando que MinHo suelte a TaeMin, mas por la impresión, y el susto que la fuerza de la chica.
—Déjanos en paz, él no te quiere—Le dice altanero TaeMin.
—No lo puedo dejar resulta que él es mi prometido, entiendes eso, ¡zorro maricon! — No solo le grita, lo abofetea y esta vez Key no se mete.
Porque tiene que ser fuerte y ser capaz de defender su amor, ambos, juntos, porque si no al final nunca lograran estar juntos.
—Es suficiente, le vuelves aponer una mano encima a mi Novio y me olvido que eres mujer— Le reprende el alto, mirándola con toda su furia, asesinándola con la mirada, pone a TaeMin detrás de su espalda en un acto protector que solo logra que TaeMin lo ame un poquito más.
—Tu padre no opinara lo mismo— Le amenaza como todas las veces que el alto quiso deshacerse de ella.
Poco a poco sus hombros caen y TaeMin sabe que si no dice algo, es muy probable que la maldita se salga con la suya.
—¿Te gusta jugar con mi amor verdad? — Le pregunta burlón y depositando un suave beso sobre el hombro de MinHo.
Sale decidido a dar pelea, porque MinHo por fin lo ve y no va a renunciar a él, ni ahora ni nunca.
—Mira niña, no siempre se obtiene lo que uno quiere, él me quiere a mí, yo lo quiero a él, ¿Cuál es tu problema? — Le pica con el dedo sobre el pecho, harto de esa actitud prepotente de parte de la chica.
—Él es mío—Le dice serena, apartando de un manotazo las manos pálidas de TaeMin.
—Yo no soy tuyo—dice MinHo con la misma calma y la voz tranquila.
—Tu papa te dio como mi regalo de cumpleaños— Le recuerda, mirándolo a los ojos, los ojos rojos por la rabia contenida.

TaeMin se sorprende en verdad existen padres que traten a sus hijos como meros objetos, se ha prieta más contra el cuerpo del alto, rodeando su cintura con un brazo, reconfortándolo.

—Me importa un carajo lo que dijo mi padre, a mí no me interesas—Contesta con la misma calma y serenidad en la voz, el abrazo de TaeMin lo mantienen firme y con un sentimiento cálido y reconfortante naciendo en su interior.
—Esta me la pagas Lee TaeMin y MinHo no creas que te dejare ir tan fácil, ya nos estaremos viendo— Los amenaza antes de por fin salir de ahí.
—No me dejes MinHo—Pide ocultando su cabeza en el fuerte pecho de su ahora novio.
—Nunca lo aria, ahora que te tengo no te voy a dejar ir nunca, lo entiendes TaeMin, eres ¡Mío! — Mientras lo abraza posesivamente, oliendo su cabello y perdiéndose en su aroma.
—¿Pero tu familia, estará de acuerdo? —Pregunta temeroso, aun aferrado al cuerpo del alto y su rostro escondido en la tibieza de su pecho.
—No sé qué dirá TaeMin, pero no pienso dejarte ir, es mejor que entiendas eso desde ahora— Le contesta, con la voz suave y llena de ternura, deja un reguero de besos sobre los cabellos rubios.
—Cierra la puerta, escóndeme así nadie lo sabrá— Le dice entre suspiros mientras se pierde en esa boca que se ha convertido en su adicción.
—No Voy a esconderte TaeMin, eres mío y todos tienen que saberlo— Contesta decidido, separándose un poco de esa boquita sexy, que lo tienta más de lo que soporta.
—Pero no quiero perderte— Se aferra al cuello del mayor, con cierto temor, pero aun así confiando en su amor.
—No lo aras, yo siempre voy a estar a tu lado—Le susurra sobre el cuello depositando uno que otro beso efímero sobre esa piel de porcelana.
—Te gusta jugar con los latidos de mi corazón— No le pregunta esta vez lo afirma.
—Solo porque me gusta la melodía que ocasiona, porque es por mí y para mí— Lo besa despacio, disfrutando del sabor y la calidez de la boca contraria.
—Juega conmigo MinHo— Le pide con un susurro y la voz sensual que le enseño KiBum.
Porque su cuerpo está en llamas y al parecer solo los besos y caricias de MinHo lo calman.
—Juega conmigo, acelera los latidos de mi corazón y corre hacia mi, Juega conmigo MinHo— Le pide entre besos y gemidos.

Como negarse a esa petición, cuando lo ve con los ojos nublados de pasión y amor, con la boquita roja  y brillosa a causa de los besos, y esa agarre sobre su chaqueta, la mera visión del menor en ese estado lo estaba llevando al éxtasis, se contenía echando mano de todo su auto control y fuerza de voluntad para no tomar al menor y reclamarlo en plena plaza estudiantil.

Pero TaeMin lo estaba matando ya no pensaba con la cabeza y los malditos pantalones lo estaban asfixiando.

—Juega Conmigo MinHo~— El gemido con el que lo llama termina por deshacer el poco auto control que tenía el alto.

Lo toma de las caderas alzándolo, obligándolo a que enrolle sus delgas y definidas piernas en su cintura, cuando sus pelvis chocan, ambos dejan salir un gemido que es silenciado por la boca del contrario.

Se beben los gemidos y suspiros del otro, muchos de sus compañeros se quedan viéndolos impresionados por la escena subida de tono que protagonizan, unos se sorprenden de ver al capitán Choi besando apasionadamente a un hombre.

Algunos lo veían con envidia después de todo Lee TaeMin era el sueño húmedo de muchos y muchas y aún más después de que el rubio se transformó y se convirtió en todo un gatito coqueto.

Se besaron como si no hubiera un mañana, dejándose llevar por las sensaciones placenteras que sus cuerpos experimentaban, dejando en el olvido la amenaza de esa mujer, después de todo después de dos años de sufrimiento al fin estaban juntos.

—Lee TaeMin, ¿Qué es este espectáculo— Le recrimina su umma con el ceño fruncido, pero una sonrisa coqueta en los labios.
—Solo disfruto de mi novio, Umma— Contesta ladino, despegando solo un poco sus labios del mayor para poder contestar.
—Bonito espectáculo— Se ríe JongHyun, al ver lo perdido que están sus amigos, solo verlos te contagiaba de un sentimiento cálido.
—Pero no es el lugar más apropiado para demostrar su amor— Les recuerda su Umma, después de todo la plaza de la escuela no era el lugar indicado para amarse en cuerpo y alma.
—Hyung, Umma tiene razón— Se avergüenza escondiendo su rostro en el cuello del alto, se olvidó ser el chico coqueto y travieso, regreso a ser solo TaeMin.
—Es la primera vez que me dices Hyung— le susurra el mayor, depositando besos volátiles en toda la piel que tiene a su disposición.
—Mmm, MinHo ¿te gusta que te diga Hyung?—Pregunta coqueto, con los ojos brillantes, se aferra más al cuerpo del alto, rozando sin querer su pelvis una vez más.
—Me encanta~— Gime su respuesta, ciertamente el calor del cuerpo del menor envolviéndolo y los bamboleos de este solo lo hace sentir en llamas.
—Entonces MinHo-Hyung~—Le gime al oído, besando su oreja, enviando escalofríos por todo las terminales nerviosas de su novio.
—Ya basta, jamás pensé que fueran tan calientes—Le grita Key, pero en el fondo estaba feliz de por fin ver ese brillo y sonrisa en su bebe.
—Appa, Umma está siendo mala—Acusa a su amigo con el novio de este, lo ve de reojo sin dejar su cálido escondite en el cuello de MinHo.
—KiBummie, déjalos disfrutar de su amor—Abraza a su novio por la espada, besando su mejilla antes de que su novio reaccione y se enoje.
—Mmm, Lee TaeMin ¿Quién crees que eres para acusarme? —Le reta con falso enojo, sonriendo y recargándose completamente en el cuerpo de su amor.
—Tu adorable bebe—Responde haciendo uno de los tantos pucheros que le gusta a su umma.
—Bien, Bájate del poste andante, ahora, es tiempo de regresar a casa— Le dice, esta vez serio y esperando para que su hijo haga lo indicado.
—¡No!— Dice y se aferra más al macizo cuerpo de su novio.
—Hyung, escóndeme—Le pide TaeMin en secreto, aferrándose más al alto.
El rubio tiembla y el miedo lo invade, porque aún le cuesta creer que su amor es correspondido, cierra los ojos tratando de aferrarse al cuerpo, el calor y a los latidos del corazón de MinHo.
—No te dejare, bebe—Le consuela, sabiendo la razón del estremecimiento del cuerpo de su novio.
—Jamás te dejare—Le besa la frente y lo aprieta más a su cuerpo afirmando de esa manera sus palabras, se inunda de su aroma y su calor.
—TaeMin, mañana lo veras de nuevo— Le reprende KiBum.
—Pero yo quiero estar con Hyung hoy y siempre—Contesta berrinchudo y con los ojos acusos y la boquita temblando en clara señal de que las lágrimas no tardan en aparecer.
—TaeMinnie, está bien bebe, puedes ir con la rana esta— Se conmueve por los ojos acuosos del menor, al final lo único que él quería era que su amigo fuera feliz.
—Solo dejen de hacer esto precisamente aquí—Les sugiere JongHyun mientras señala el lugar, después de todo estaban en la escuela, habían corrido con suerte que ninguno de los profesores se pasara por ahí.
—TaeMinnie y yo no tenemos nada que ocultar— Dice seguro viendo directamente a los ojos de sus amigos y bajando despacio a TaeMin de su cuerpo.
—Ese no es el problema, o lo piensan hacer ¿aquí? , que poco romántico MinHo— Se burla el bajito, cerrando más los brazos alrededor de la cintura de su KiBummie.
—Nosotros nos vamos—Toma a TaeMin de la mano e inmediatamente entrelazan sus dedos.

Suspiran enamorados, la calidez que sienten al tener las manos unidas es capaz de disparar sus corazones a niveles críticos, se sorprenden al darse cuenta que sus latidos se sientes a travez de sus manos y que ambos van tocando la misma canción, sonríen y se pierden en los ojos del contrario.

La imagen es de lo más adorable y romántica, el sol apunto de ocultarse y ambos tomados de las manos viéndose a los ojos mientras se acercan para darse un beso, un día termina pero su amor apenas comienza.

—Hyung hoy y siempre Play Me—Se besan sellando así el inicio de su historia.








1 comentario:

  1. ahhhh no me equivoque!!! ame tu historiaaaaa...fue tan lindaaaaaaa.... el 2min siendo tan adorable y sensualon sin querer..jejejeje... tan rapido y minho ya se queria violar a tae en plena escuela jajaja pero asi son ellos... el jongkey siendo se cupidos me encantooo...
    espero leer pronto la segunda version q se q de igual modo me va a encantar :3

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