sábado, 3 de noviembre de 2012

Acto XII.- Besos y el hotel Claridge


Eventualmente el taxi se detuvo en frente de un hotel antiguo y lujoso.

Mientras caminaban por el piso cerámico debajo de un candelabro de la entrada, Minho haló a Taemin en su dirección y lo abrazó.

“¿Huh?” Taemin pronunció.

Antes de que entendiera lo que estaba pasando, Minho se inclinó y besó los labios de Taemin.

Sintió la suavidad de los labios del hombre. La lengua comenzó a empujar su entrada en la boca entre abierta de Taemin y comenzó a entrar cada vez más profundo. Era un beso real, el primero que había recibido.

Taemin regresó a sus sentidos y lo empujó.

“¿Qué estás haciendo?” Taemin observó a Minho, restregando sus labios con la parte de atrás de su mano.

“Estamos comprometidos,” Minho dijo “O ¿se te acaba de olvidar de que te propuse matrimonio en el Café Royal?”

Taemin no sabía que responder ante eso. Ser la prometida de Minho—eso era lo que Taemin estaba haciendo a cambio de 300 libras al día. Había estado tan a gusto con la maravillosa comida y el vino que se le había olvidado el porqué estaba ahí.

Se sostuvo su cabeza. “Lo siento.”

“No luzcas tan serio,” Minho dijo, mientras besaba gentilmente su frente, tomando la mano de Taemin se dirigieron al mostrador del hotel.

El encargado del mostrador solo tuvo que ver el rostro de
Minho antes de entregarle una llave silenciosamente.

 Taemin se preguntaba cuántas amantes había traído Minho a este lugar antes.

Comenzó a seguir al castaño, su rostro estaba un poco pálido. Ante los ojos de otros hubiera parecido como una jovencita un poco insegura en la noche de su primera vez.

La habitación era, como cualquiera se lo hubiera podido imaginar, una suite. El espacio inmaculado se dispersaba por todas partes frente a ellos, sobresaltado por decoraciones lujosas.

Si Taemin no hubiera ingresado en el apartamento de Minho, seguramente le hubiera dado miedo incluso ingresar en la habitación.

Minho ordenó un whisky escoses del servicio a la habitación.

“El día de hoy debió de haber sido exhaustivo,” comentó.

Asintió hacia la cama tamaño King, Taemin tomo asiento para que así el hombre le ayudara a quitarse los zapatos.

“Lamento no haber actuado mejor.” Taemin se sentía deprimido.

 “No, de ninguna manera. Lo hiciste excelente.” Minho apretó la mano de Taemin y le sonrió amablemente.

“Todavía queda bastante tiempo, así que no presiones por esto.”

La amabilidad del hombre era demasiado sobrecogedora y
Taemin se vio forzado a dar una excusa. “Yo… Yo soy muy malo besando. Aun besando solo para saludar a otras personas me molesta. En Corea solo las parejas se besan entre sí, así que no estoy acostumbrado.”

“Te acostumbraras,” dijo Minho mirando directamente a los ojos de Taemin.

“Te refieres—”

Los labios de Minho tomaron los de Taemin. Taemin cerró sus ojos instintivamente. Minho separó sus labios y nuevamente los volvió a unir a los de Taemin.

“Solo relájate,” dijo con una leve sonrisa.

Temblando por el estrés de los besos que se daban, tocándose un momento y al otro no, Taemin pensó que debía lucir como un idiota.

En esos momentos, se escuchó que alguien tocaba la puerta, servicio a la habitación había llegado.

 El chico vestido con un uniforme empujaba un carrito que llevaba una botella de whisky y unos entremeses. Y después de que Minho firmará la cuenta se fue con debido decoro.

“Te apuesto a que ese tipo piensa que soy tu novia,” Taemin dijo tratando de cubrir su vergüenza con una mano.

“Probablemente,” Minho coincidió, “Tal vez debimos de haberle mostrado algo un poco más extremo.”

Taemin sonrió ambiguamente, no tenía ni idea como responder.
“En cualquier caso,” Minho continuó, “vamos a pretender que somos amantes apasionados y pasaremos la noche aquí, luego vamos a irnos en la tarde, así que disfruta tu vida de hotel.”

La mayoría de parejas no se hospedaban en suites como estas en hoteles tan caros. Taemin no podía imaginar ser capaz de reservar una habitación de hotel como esta para su futura novia.

“¿Quieres un poco?” Minho sostuvo un vaso lleno de un líquido café.
Taemin aceptó el vaso y sin detenerse a pensarlo, lo tomo de un solo trago. Su garganta y luego sus entrañas prendieron fuego en un instante. Aparentemente podía embriagarse con un solo vaso.

Minho extendió su mano y la colocó en la mejía de Taemin.

“¿Te sientes mejor?”

Taemin se percató que había estado tenso todo ese tiempo. “Si”

“Entonces regresemos a practicar,” Minho sonrió, haciendo que el corazón de Taemin latiera.

Era tan atractivo que incluso podía hacer que el pulso de un hombre se acelerara.

Taemin decidió intentarlo y cerró sus ojos. Aun así se sacudió levemente. Sintió un ligero toque en sus labios. Cuando pensó que Minho se había separado, sintió el toque otra vez.

 Los besos gentiles comenzaron a relajarle uno a uno.

“Este es un beso afectuoso,” murmuró Minho. Después de varias rondas, dio un beso relativamente más largo.

“Este es el beso entre dos adolescentes. Y este…”

Ante la sensación de la lengua de Minho que se encontraba masajeando suavemente sus labios, escalofríos recorrieron por la espina dorsal  de Taemin.

Taemin quiso hacerse hacia atrás, pero Minho lo sostuvo fuertemente por la cintura para que no pudiera moverse.

 La lengua de Minho empujó su entrada dentro de la boca de Taemin, que había estado entreabierta por la sorpresa y recorrió todos sus dientes. E invadió todavía más profundo.

Taemin se rindió ante la sensación. Tal vez estaba ebrio, pero, increíblemente, aceptó los besos sin negarse.
“No es todos los días que uno puede besar a un extranjero.”
Pensó indolentemente.

“Debería existir mas cooperación en el beso de un amante,”
Minho murmuró.

Estas palabras, mientras sus cuerpos estaban tan cerca que casi se tocaban, encendieron un fuego en el orgullo de Taemin.

Colocó sus brazos alrededor del cuello de Minho.

“Eso está mejor,” dijo Minho.

Se besaron nuevamente, con un beso tan profundo que era capaz de marear a Taemin. Un dulce suspiro se escapó de el de manera inconsciente.

“¿Aun no te has acostumbrado a ello?” Minho preguntó mientras se separaba.

Taemin sacudió la cabeza.

No puedo creer lo rápido que late mi corazón,” pensó.

Al no poder articular palabras, su rostro se comenzó a tornar rojo.
“Supongo que es demasiado trabajo para completarlo en una sola vez,” dijo Minho. “Practicaremos de nuevo en otra ocasión.”

Taemin se sintió aliviado al escuchar eso.

Temía que su corazón fuera a salir expulsado de su pecho en cualquier momento, y no parecía que iba a calmarse pronto.

1 comentario:

  1. Pobre Tae ^^ pero a la vez que suertudo... ojala a mi tambien un tipo como minho me hubiera explicado los diferentes tipos de besos >////<

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