primera parte
—
¿Te gustaría sentarte en el regazo de Santa, niñita?
¡Me
encantaría! pensó Lee TaeMin.
Pero,
por supuesto, no estaba hablando con él. Forzando una sonrisa, se estiró hacia
arriba para enderezar su sombrero de duende verde, y luego tomó la mano de la
niña en cuestión.
Guiando
a la pequeña chica rubia hacia el trono de Santa, situado en el medio del
centro comercial, y observo a la niña subirse sobre un muslo vestido de rojo.
Oh,
quien fuera capaz de bajar su culo sobre ese sexy muslo. TaeMin
quería gemir ante el mero pensamiento. Sus pezones se endurecieron contra su
traje de elfo solo imaginando que el hombre de la blanca barba falsa lo llamara
a él.
Se
mordió el labio, previendo cómo sería si los dos estuvieran solos, si su sexy
Santa lo invitara a sentarse en su regazo, y si en su lugar, definitivamente él
se sentara a horcajadas de MinHo en su gran por encima se su trajecito de
duende siento la humedad y dureza de su pene y se dio cuenta que no llevaba
rompa interior.
Por
supuesto, había usado ropa interior, todos los días que habían trabajado juntos,
pero cada vez más esta visión era pura fantasía, ¿por qué no ir hasta el
final?
Santa
baja su pantaloncillo desde su culo hasta sus rodillas, espiando su entrada
desnuda, abierta y listo para él, inmediatamente ella metió la mano en esos
pantalones adornados de piel, sacando su dura polla, y metiéndolo en su pequeño
ano hambriento, tomándolo profundo en su interior.
—
¿Sabes qué? —La profunda voz de Santa retumbó.
TaeMin
se asustó al ser arrancado de su fantasía, sólo para descubrir que aún estaba
hablando con la niñita.
—Tú
eres la última niña para me dirá lo que quiere en Navidad este año antes de que
salte en mi trineo esta noche y empiece a entregar los juguetes.
La
niña rubia parecía insegura.
—
¿Tendrás tiempo para entregar los míos?
Santa
sonrió.
—Por
supuesto, con la ayuda de mi leal duende, TaeMin. —Señaló en su dirección. —él
es mi pequeño duende ayudante favorito. —Él le envió un guiño rápido, y Dios
mío, incluso eso hizo que su ano palpitara.
Después
de convencer a la niñita que conseguiría todo en su lista, él la depositó en el
suelo, le dijo que fuera buena, y mostrando una sonrisa que lucía sexy como el
infierno, incluso detrás de la blanca barba, le dijo que no olvidara las galletas,
ya que necesitaría un aperitivo en el momento en que llegara a su casa.
Cuando
la niña salió corriendo hacia su madre que la estaba esperando, TaeMin lo vio
echar un vistazo al gran y ornamentado reloj, suspendido desde el techo del centro
comercial. Empujándose sobre sus pies calzados con botas, dio unos pasos hacia él.
Cuando habló, su voz salió un poco menos fuerte y cordial que la voz de Santa,
pero el tenor cálido de su voz todavía calentaba su interior.
—Bueno,
esa es la última. Parece que puedo colgar mi barba para siempre.
TaeMin
trató de sonar alegre.
—Y
yo puedo quitarme mis zapatos puntiagudos de elfos por última vez.
Sabía
que tenía que estar contento por eso, pero no lo estaba. Nunca había soñado que
pudiera desear tan fuerte a un hombre con un traje de Santa, pero ahora que era
la víspera de Navidad y su trabajo de caridad estaba llegando a su fin, un pesado
manto de decepción se apoderó de él. Había esperado verlo todos los días después
del trabajo, en esas pocas horas por la noche en que trabajaban juntos haciendo
de Santa. Y durante el último mes, los sábados y domingos se habían convertido
en sus días favoritos de la semana, incluso si eso significaba vestirse de elfo
de diez a diez. Ahora, mientras los compradores de última hora se precipitaban pasándolos
y los comerciantes comenzaban a bajar sus puertas articuladas de acero, no podía
dejar de pensar en lo aburrido que sus noches parecían a partir de ese momento,
sin siquiera la esperanza de que MinHo hiciera un movimiento sobre él. Iba a
ser un largo y frío invierno.
—
¿Alguna vez he mencionado que haces de un lindo duende?
Los
latidos del corazón de TaeMin se triplicaron cuando levantó la mirada hacia él.
Choi MinHo había sido su amigo por años y el objeto de su intenso deseo por un
mes, y no importa cuántas muchas señales le había intentado enviar, ésta era la
primera vez que él alguna vez había dicho algo siquiera remotamente parecido al
coqueto. Bueno, aparte de la noche más o menos un año atrás, cuando habían
estado bebiendo juntos en un happy hour y MinHo había empezado una conversación
sorprendentemente traviesa, preguntando qué clase de cosas estaría dispuesto a
hacer si un chico se lo pedía. Pero rápidamente había descubierto que estaba
pensando en el como una amiga mujer en esa noche en particular, extrayéndole
información sobre los gustos de la chica promedio en la calle.
Claramente
no había sido personal.
Ahora,
él sonrió y esperaba que el calor que sentía en sus mejillas no equivaliera a
un rubor. Estirándose hacia arriba, TaeMin bajó su barba para echar un vistazo
a ese hermoso y masculino rostro, los ojos completamente marrones y tez oliva,
una oscura y sexy barba de dos días en su mentón.
—Tú
eres un muy caliente Santa Claus.
Su
sonrisa se expandió hasta sus ojos.
—Oye,
¿estás ocupado esta noche?
¿Qué?
¿Sería que esa última señal efectivamente había funcionado? Era
víspera de Navidad, por lo que la mayoría de la gente tenía planes, pero
teniendo en cuenta que TaeMin y MinHo eran de otra ciudad y no había volado a
casa para ver a sus familias este año, la pregunta era lógica y muy bienvenida
a sus oídos.
—Um,
cenare con Key y su esposo, pero después de eso...
Parecía
completamente atractivo cuando levantó sus cejas.
—
¿Por qué no te pasas por mi departamento de camino a casa? No tengo nada planeado,
y no me gusta pasar la Nochebuena solo. Si no hay nada más, estoy seguro de que
podemos encontrar al menos milagros en la calle 34 en algún lugar del cable... — en una burlona y
cantarina voz, añadió, —tengo rompope. —
Como
si ese fuera el factor para empujarlo sobre el borde
.
—Seguro.
Suena bien. Sobre... ¿las diez y pico?
MinHo
asintió
.
—Nos
vemos entonces. —A medida que comenzó a marcharse, se detuvo y miró atrás hacia
el con otro guiño seductor. —Tan a menudo como me has visto en este traje de
Santa últimamente, espero que todavía seas capaz de reconocerme sin él.
*~*~*~*~*
Preparándose
para la llegada de TaeMin, MinHo había conectado las luces del árbol de
Navidad, encendido algunas velas, y construido un ardiente fuego en la chimenea.
Había dispuesto los regalos especiales que había comprado para TaeMin en el
árbol, y se colocó el gorro de Santa de nuevo por última vez... sin el resto
del equipo.
Ahora,
mientras estaba sentado esperando por su amigo, mirando hacia abajo a su furiosa
erección, esperaba como el infierno que no hubiera ido demasiado lejos, ni sido
demasiado audaz.
Pero
desde el momento en que había entendido que TaeMin estaba enamorado de él, lo
había deseado. Lo había deseado de una manera que casi lo consumía. Y, por
supuesto, podrían seguir la ruta de costumbre, tomar el camino que comienza con
tomarse de las manos y suaves besos primero, pero de alguna manera, con TaeMin,
él quería más que eso, desde el principio. TaeMin era dulce como el infierno, pero
no podía evitar preguntarse si… incluso esperaba… que algo más oscuro y más
salvaje pudiera estar al acecho en su interior, como estaba en él. Y si TaeMin
no poseía un lado caliente y aventurero, bueno, tal vez, si él tenía suerte, TaeMin
lo tendría antes de que la noche llegara a su fin.
De
cualquier manera, él anhelaba excitarlo en una forma que nunca había sido
excitado antes. Quería ser diferente para él, mejor que cualquier amante que jamás
hubiera tenido.
Siempre
se había sentido cercano a TaeMin, siempre preguntándose si tal vez algo más
allá de la amistad podría crecer entre ellos, y ahora que por fin iba a
perseguirlo, había decidido ir sin tabúes.
Sólo
esperaba que el menor estuviera tan excitado por su juego de seducción como él
lo estaba.
*~*~*~*~*
—
¿Qué llevaste?— preguntó el mejor amigo de TaeMin, Key, a través del celular encajado
firmemente contra el oído de TaeMin.
—Galletas.
TaeMin
estaba sentado afuera de la casa de MinHo en su coche mirando hacia abajo a la
caja de galletas en el asiento del pasajero. Había estado nervioso, así que llamó
a Key para apuntalar su confianza.
—Las
galletas están bien. Ahora, lo más importante, ¿qué te pusiste?
—Jeans
y un suéter rojo de Navidad.
—No,
tonto. Abajo.
—Oh.
—TaeMin dejó escapar un suspiro. —Bueno, me puse… boxers blancos
Lisos.
La
voz de Key se llenó de su habitual sarcasmo seco.
—Eso
realmente lo encenderá.
—Mira,
a través de toda mi carrera elfo, usé un sexy bóxer de encaje bajo mi traje de
elfo todos los días, sólo en caso de que alguna vez empezara a leer mis señales
e hiciera un movimiento sobre mí.
—
¿Y...?
— Y,
bueno, después de veintiocho días de encaje, supongo que oficialmente me di por
vencido.
Incluso
aunque MinHo le hubiera dicho que estaba lindo hoy.
Incluso
si MinHo lo había invitado aquí esta noche.
Eran
amigos, después de todo, por lo que este tipo de gestos no significaba nada. Y
aunque había contemplado la idea de usar un sexy bóxer rojo de encaje y seda debajo
de su ropa, por si acaso se había equivocado, al final no lo había hecho. No
podría sobrevivir a sentir la seda y el encaje frotándose sensualmente contra
su piel toda la noche si nada sucedía.
—
¿Darte por vencido?— arrojó Key. — ¿Ahora? ¿Por qué te darías por vencido
ahora?
TaeMin
suspiró.
—Rompope
y una vieja película de la Navidad no significa exactamente seducción, así que
aunque al principio me sentía con una pizca de esperanza cuando me invitó,
ahora he llegado a la conclusión de que es sólo un simple acto de amistad.
Síp,
finalmente estaba consiguiendo meter en su dura cabeza que nada, sexual,
romántico o de otro tipo, iba a producirse entre ellos. No importaba si era porque
MinHo estaba saliendo de una reciente ruptura con su novia de mucho tiempo o
porque tal vez él no se sentía atraído por TaeMin.
Lo
que importaba era que él había pasado
más de un mes deseándolo sin ser correspondido, y no era el tipo de chico que
le gustaba perder mucho tiempo en la persecución. Jugar a la caza nunca había
sido un juego que disfrutara, tampoco el extremo de dar o recibir... le gustaba
llegar a la acción tan pronto como fuera posible. Así que se dijo que esta
noche no sería acerca de señales o química o esas increíblemente sexys sonrisas
de él; él estaba simplemente pasando una fiesta con un amigo. De esa manera no
tendría que estar decepcionada al final.
—Está
bien, escúchame. —Dijo Key. — ¿Cuánto tiempo hace que conoces al tipo?
—Cuatro
años. —TaeMin había conocido a MinHo en el trabajo. Había sido nuevo en la
capital de corea y en la empresa de inversión en la que trabajaban. Aunque en diferentes
departamentos, ambos habían interactuado bastante para convertirse desde el
principio en buenos amigos y quedarse de esa forma.
— ¿Y
cuánto tiempo has estado deseando conseguir una posición horizontal con él?
—Bien,
supongo que he estado atraído por él desde el principio, pero sólo ha sido el
último mes el que se sintió como una tortura. Y para tu información, no tiene
que ser horizontal. Podría estar en posición vertical, en un ángulo perpendicular,
o al revés para lo que importa.
Recién
cuando MinHo le había contado acerca de su ruptura justo antes de Acción de
Gracias verdaderamente TaeMin había admitido para sus adentros que pensaba en
él como algo más que un amigo. Y cuando lo había invitado a ser su duende, explicando
que el dinero de las fotos de Santa iría para una organización benéfica local,
su entusiasta aceptación sólo le había probado lo mucho que lo quería. El verde
difícilmente era su mejor color, sin embargo, TaeMin había saltado sobre la
oportunidad de ser su ayudante enano.
—Pero
no va a suceder. —Añadió, recordándose a sí mismo tanto como a Key. —Y de
hecho, mi regalo de Navidad para mí mismo va a ser superarlo, y mi resolución
de Año Nuevo, va a ser seguir adelante y poner mis ojos sobre alguien más.
Si
podía. La verdad que no le dijo a Key era que no podía recordar la
última vez que había estado tan acalorado por alguien así de mal. Era peor
debido a que el chico ya era un amigo, porque eso instantáneamente volvía la
atracción en algo que era más que sólo sexo. El realmente se preocupaba por MinHo.
Y si
el se sentaba allí pensando en cosas cursis como ésta aunque sea por un minuto
más, pasar la noche entera con MinHo sería una verdadera tortura, así que antes
de que Key pudiera llegar a una respuesta ágil, se apresuró a terminar la conversación.
—Me
tengo que ir.
—Sólo
una pregunta primero.
—
¿Qué?
—Si
has conocido al hombre por cuatro años y coqueteaste con él durante un mes, y
esta es la primera vez que él ha sugerido una velada privada para los dos, ¿no
te parece que asumir que nada va a pasar... es un poco precipitado?
Quizá
Key tenía razón, pero TaeMin no podía esperar que pasara algo ahora que había
encontrado la fuerza para tomar la decisión de seguir adelante. El respondió de
forma segura.
—No.
—Bueno,
entonces, una pregunta más. Si estás tan determinado de que nada va a pasar
esta noche, ¿Por qué estabas lo suficientemente nervioso como para llamarme?
Buena
pregunta. Demasiado buena. TaeMin respondió con un pequeño
gruñido de frustración, hablando con los dientes apretados.
—Dije
que me tengo que ir. Hablaré contigo después de Navidad.
Con
eso, desconectó la llamada, metió el teléfono en su bolso y salió del coche. A
pesar de los argumentos de Key, seguía decidido a poner las últimas semanas de
lujuria detrás de el, y con ese pensamiento en mente, se metió la lata de
galletas bajo el brazo y apretó el timbre de MinHo.
—Está
abierto. Vamos, entra.
TaeMin
suspiró. ¿Ni siquiera podía molestarse en abrir la puerta? Esto
consolidaba su teoría de que él sólo la veía como un amigo... un tipo de amigo
muy casual como de “mi casa es tu casa”.
Alcanzando
el pomo, abrió la puerta hacia adentro, sorprendido al encontrar luz tan tenue
cuando entró.
Lo
primero que vio fue el fuego ardiendo en la chimenea de su pequeña sala de
estar... una cálida bienvenida del típico invierno de corea arrojando nieve en los
suburbios exteriores.
La
segunda cosa que notó fue a MinHo tumbado cómodamente en un sillón.
Vestido
sólo con su sombrero de Papá Noel. TaeMin contuvo el aliento, sintiéndose mareado.
¿Qué diablos...?
Su
pene era aún más majestuoso de lo que había fantaseado, sobresaliendo como una
columna de piedra más allá de su ombligo y sobre su estómago que parecía una
tabla de chocolate. Ausentemente se acariciaba con una mano, como casualmente
podría acariciar a un gato a su lado, y sus ojos destellaron más brillantes que
las luces de su árbol de Navidad cuando levantó la mirada hacia él.
TaeMin
sólo podía imaginar la mirada de estupefacción en su rostro.
Obligándose
a cerrar su boca, y empujar su lata de galletas sobre la mesa más cercana antes
de dejarla caer, simplemente se quedó allí mirando.
—
¿Te gustaría sentarte en el regazo de Santa Claus, pequeño?
Su
ritmo cardíaco cayó a su pene, parecía palpitar, palpitar, palpitar contra la
entrepierna de sus jeans. Una parte de él quería preguntarle a su amigo si
estaba soñando, otra parte quería asegurarse de que MinHo no había comenzado
con el rompope sin él y olvidando a quien había invitado esa noche. Pero la
mayor parte de él sabía buscar su regalo de Santa en el pene, así que sin decir
una palabra, caminó hacia MinHo.
El
fuego calentaba la sala, pero TaeMin sabía que el calor invadiendo sus sentidos
venía directamente de MinHo, emitido por el sexual centellar en su mirada, la perezosa
confianza de su postura, el tácito poder irradiando de su tremenda erección.
Bajarse
sobre su desnudo muslo era, sorprendentemente, apenas tan intimidante como
excitante. A pesar de que una ola de placer se hizo eco a través de su pene y
culo, convirtiendo sus pezones en sólidas piedras contra su suéter, estar tan
cerca de MinHo y de la magnífica erección entre sus piernas se sentía como abrazar
a un león dormido que podía despertar y subyugarlo en cualquier momento. TaeMin
esperaba que MinHo no pudiera sentirlo temblar cuando su brazo se deslizó
alrededor de su cintura, mientras el dejaba caer el suyo alrededor de sus hombros.
MinHo
lo miró a los ojos.
—
¿Qué quieres para Navidad, TaeMin?
NOta: bueno esta es una adaptación de "Ardiente para santa" de Lacey Alexander todos los creditos al autor ORIGINAL..!! la segunda parte esta muy hot espero les guste
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