lunes, 6 de mayo de 2013

FFT. Capitulo 2.- La realidad






La fría sala de hospital se encontraba relativamente vacía, exceptuando a un joven pelilargo de color castaño algo revuelto y manchado de sangre debido a todo lo que había pasado. 


A paso lento una joven pelinegra, que acababa de llegar, se acerco al joven y pudo observar como el rostro inocente era bañando por silenciosas lagrimas, el joven castaño estaba como ausente ni siquiera se dio cuenta en el momento que su hermana llego hasta el. 


Al ver esto, el corazón de la pelinegra empezó a latir con más fuerza, el miedo la consumía, Minho… ¡no podía haber muerto! 


T-taemin- la voz de Sulli empezó a temblar por los nervios- ¿Qué paso? ¿Dónde está Minho Oppa?- el castaño alzo lentamente su rostro, mostrando que sus ojos tenían una gruesa capa de lagrimas amenazando con caer a torrenciales. 


Sulli, inmediatamente tomo asiento a un lado de su hermano y, con voz desesperada, empezó a exigir respuestas. 


¡Qué paso!- tomo a su hermano de los hombros y empezó a sacudirlo- ¡Donde esta Minho-Oppa! Taemin, ¡Tienes que decirme!- ahora las lagrimas amenazaban con empezar a salir de los ojos de la joven pelinegra, que desesperada exigía saber donde se encontraba el amor de su vida. 


Minho- hyung- empezó a hablar el menor, con el rostro oculto tras el flequillo- los doctores dicen que tiene algunos huesos rotos- un pequeño hipido interrumpió sus palabras- Tardara un tiempo en recuperarse pero, aun así sigue con vida… 


Qué bueno- susurro la pelinegra, interrumpiendo repentinamente a Taemin. 


Qué bueno que este bien- ahora las lagrimas que recorrían su pálido rostro eran de alegría, de la dicha de saber que todo mejoraría con el tiempo. Sin embargo no tardo demasiado en darse cuenta de que algo iba mal, los gemidos y sollozos de su hermano eran cada vez más fuertes y por lo tanto difíciles de ignorar. 


¡Es mi culpa!- Grito Taemin repentinamente, escondiendo el rostro entre sus manos y llorando aun más fuerte, si era posible.- ¡Sus ojos! ¡Por mi culpa…él… él ha perdido la vista! 


Después de esta declaración el rostro de Sulli se puso incluso más pálido, cayó al suelo de rodillas y, tan solo por un momento, sus ojos dejaron de derramar lágrimas. 




*//*//* Dos horas antes *//*//* 




¿Usted viene con el joven Choi?- la joven de cabello negro y atado en un moño sonreía cálidamente hacia el castaño, por el color de sus ropas Taemin supuso rápidamente que se trataba de una enfermera, le devolvió la sonrisa sin demasiado entusiasmo y contesto a su pregunta. 


Si- aun temblaba un poco debido a los nervios, aun así decidió levantarse y una vez hecho procedió a retirar los restos de lágrimas de sus ojos miel, frotando el dorso de su mano con su húmeda piel. 


Por favor sígueme- Una vez dicho esto la señorita dio media vuelta con un gesto grácil y solemne, empezando a andar por los pasillos. El castaño intento seguir su ágil y veloz pasó, sin embargo le resultaba especialmente dificultoso. No tenía ganas de caminar en absoluto. 


De pronto, la enfermera se detuvo delante de una amplia puerta de roble, giro el pomo de la puerta y con una sonrisa amable, lo invito a pasar. Taemin hizo lo que le pedían, entro silenciosamente y pronto escucho el sonido de la puerta cerrándose detrás de de él. 


Bienvenido, por favor, tome asiento- le dijo la persona que se encontraba frente a él, un doctor de tez seria y cansina le señalaba, con un gesto de manos, el acolchado lugar que Taemin tomaría. El escritorio del mismo estaba ordenado con aparente pulcritud, exceptuando, claro está, algunos papeles que parecían pedir a gritos una firma. 


El miedo empezó a congelar sus venas, trago un poco de saliva y empezó a prepararse mentalmente para lo peor, sin más que hacer tomo asiento. 


Lo he llamado para darle noticias sobre el estado del joven Choi Minho- empezó a decir, mientras miraba una de las hojas, por encima de sus finos anteojos.- Es mi deber decirle que, debido al accidente, que provoco algunos percances en su sistema óseo, el joven Choi ha perdido la vista. 


Taemin abrió la boca asombrado, la culpa empezó a inundar cada rincón disponible de su ser- ¿Cómo? 


Algunos trozos del material destrozado, arañaron sus corneas- con un rostro que lo instaba a ganar confianza le dijo- Me temo que no podrá volver a ver. 


Taemin no lo podía creer, su hyung no volvería a ver., todo por protegerlo a él, se sentía el ser más despreciable por haber ocasionado que su amado hyung viviera en la oscuridad. 


La voz calmada pero firme del doctor logro sacar al castaño de su asombro 


Necesito que firme esta responsiva por favor – le extendió las hojas, con las manos temblorosas logro tomar los papeles y firmo. 


Una vez hecho los trámites correspondientes salió de la oficina y se dirigió a la habitación en donde se encontraba su hyung. 


Con paso veloz se dirigió a la habitación, estaba desesperado, asustado, necesitaba ver a su amigo para poder comprobar que estaba vivo, que aun estaba en este mundo, pero cuando llego a la puerta se detuvo, lo invadió la culpa, el miedo, dejo de respirar por unos segundos y con las manos temblorosas giro la perilla de la puerta. 


Abrió y vio a su hyung vivo, pero ausente, distante mas inalcanzable que nunca, con pasos temerosos y silenciosos se adentro en la habitación. 






Minho-hyung- el joven castaño lucia nervioso mientras se acercaba al chico de ojos grandes- Soy yo… Taemin- el joven permaneció inmóvil, con sus ojos, grandes negros opacos, viendo a la nada infinita. Respiraba tranquilamente, completamente impasible en la cama blanca, rodeado de algunas maquinas y con un ramo de flores amarillas en su mesita de noche. 


Lo siento- comenzó a sollozar, sin embargo, al poco rato, seco sus propias lagrimas con el dorso de su mano y con la otra estrecho la pálida palma del joven. 


¿Podrías salir?- pregunto de pronto. 


¿Q-que?- sin duda tomo a Taemin con la guardia baja. 


Todavía no quiero verte, te pido que te retires, por favor- las palabras salían de su boca con un tono frio y distante, al momento de decirlo ya había retirado su mano de entre la del castaño. Taemin, asintió, consciente de que Minho no podría ver este gesto, camino hasta la puerta, salió de la sala y una vez que hubo cerrado la puerta, se desplomo en el suelo, sollozando ante la puerta. 


Todos los días era lo mismo, Taemin iba a la habitación de su hyung, intentando disculparse en vano pues, Minho, simplemente pasaba a ignorarlo hasta que el castaño tomara la decisión de marcharse o, sencillamente, le pedía que se retirara. 


La semana había pasado fugazmente, no así el dolor que consumía lentamente a Taemin, sin embargo Sulli no había ido, ni una sola vez, a visitar a Minho. 


Por el rabillo del ojo fue capaz de ver un par de tacones negros y puntiagudos, lentamente alzo la vista y justo cuando sus ojos se encontraron con la temblorosa mirada de Sulli, esta, echo a correr. Taemin, se levanto de un salto y corrió tras ella, algunos pasillos más adelante logro detenerla al tomarla de la muñeca. 


Noona, ¿Qué estás haciendo?- pregunto entre jadeos.- ¿No ves que Minho-hyung te necesita? 


T-Taeminnie- sollozo la pelinegra- ¡No puedo! 


No te entiendo- respondió el castaño aflojando el agarre que tenia sobre ella. 


No puedo… verlo- susurro- soy una cobarde ¿Verdad? 


No lo eres- intento reconfortarla- solo relájate y ve con él, te necesita a su… 


No entiendes- alzo su vista y con ojos llorosos exclamo- Yo no tengo la fuerza para… para vivir con él. 


¿Sulli qué estás diciendo?- Taemin, dio unos cuantos pasos atrás, alejándose de su hermana. 


Que soy una cobarde, que no importa lo mucho que lo ame no puedo vivir con él, sé que es cruel y no importa lo mucho que me odie a mi misma no puedo volver a verlo- empezó a buscar algo entre sus cosas y pronto extendió hacia Taemin un paquete lila, el mismo en el cual residía el anillo de compromiso que el mismo había ayudado a escoger. 


Sulli tu… no puedes- Taemin se negaba a tomar dicho objeto entre sus manos. 


¿Podrías darle esto de mi parte?- la voz de su hermana sonaba casi como una súplica- Critícame, Taemin, di que soy una escoria que soy cruel y fría… 


Con las manos temblorosas el castaño tomo el paquete y un último pensamiento invadió su mente antes de dirigirse a la habitación del único hombre al que había amado. 


¿Por qué no me golpeo a mí?

1 comentario:

  1. Pobre Minho... De verasn no volvera a ver nunca más???

    Esa pituja de la Sully es una maldita... mira que ni siquiera ser capaz de ella misma enfrentar a Minho y terminar las cosas..

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